MANIPULACIONES Y ESTAFAS:
Retos de Emprendedores y Millennials

Individuos, grupos, así como sistemas de engaño y estafas utilizan como herramienta a la manipulación psicológica y al creciente mercado de las emociones para apoderarse del tiempo, dinero y esfuerzo de otros utilizándolos o estafándolos, generando un negocio millonario únicamente para ellos. ¡Es tiempo de identificarlos y frenarlos!

Todos somos individuos únicos y diferentes, poseemos contextos, historias de vida, habilidades, talentos y competencias muy distintos y los emprendimientos o negocios que tenemos también son entidades únicas, lo que funciona para algunos (personas, grupos u organizaciones) no lo hace para otros.

Por ello es que no se puede afirmar que existen fórmulas mágicas, vehículos únicos y metodologías exitosas que apliquen para todos los tipos de emprendimientos negocios, giros e industrias.

Tanto los emprendedores como la generación millennial representamos un objetivo potencial para personas, grupos o sistemas diseñados para beneficiarse de nuestros recursos como dinero, tiempo y esfuerzo, por ello no debemos dejarnos seducir por personajes fabricados bajo una estrategia de marketing e historias cargadas con exceso de emociones que pueden ser exageradas o falsas, así como poner en tela de juicio todo lo que llega a nosotros a través de las publicaciones en redes sociales tanto de extraños como de gente conocida.

Se debe ser analítico e investigar a profundidad las oportunidades de inversión y negocio así como a las personas que nos las presentan, también hacerlo con la oferta de seminarios, cursos o eventos que nos hagan, evitando tomar decisiones por imitación, aspiración o por manipulación de otros.

En ese sentido, es muy importante realizar un diagnóstico profundo y objetivo de cuáles son las necesidades reales de nuestra persona, emprendimiento o negocio, que pueden distar mucho de lo que nos ofrecen o de los exagerados o falsos conflictos y creencias que quieran sembrar en nuestra mente.

No se trata de cerrarse y negarse a escuchar oportunidades de inversión o de negocios, lo que se sugiere es hacerlo con cautela e identificar aspectos o criterios para prevenir cualquier intención de manipulación, engaño y estafa.

Tampoco hay que decirle “no” a todas las alianzas o relaciones de negocio que toquen a nuestra puerta, sólo hay que analizarlo a profundidad y si tomamos la decisión realizarlo todo por escrito mediante la vía legal, donde se especifique claramente el ganar-ganar de ambas partes.

Si estamos en un momento de vulnerabilidad emocional por alguna situación o duelo personal lo más recomendable es no tomar decisiones relacionadas con el uso de nuestros recursos (tiempo, dinero y esfuerzo), la mejor inversión que podemos realizar en ese momento es acudir a terapia con un profesional que nos ayude a superar el momento.

Vivimos en un mundo lleno de apariencias, tendencias, modas, y exigencias sociales de pertenencia que no aportan mucho al desarrollo integral del individuo, el bombardeo de modelos creados por el marketing y para vender no se limita a  productos y servicios, también se han metido en el contexto de la mente y emociones de las personas fomentando el deseo de “inmediatez” y creándoles necesidades de demostrar ante los demás que tiene resultados.

Finalmente hay que abrir nuestra mente a que toda idea de negocio, emprendimiento o empresa requieren de un proceso, el cual no está obligado a dar resultados millonarios de la noche a la mañana.

Está bien ir paso a paso, es bueno detenerse a verificar las llantas y ruta del vehículo, no pasa nada si las cosas no funcionan a la primera y también es correcto decir “no lo sé todo, pero puedo capacitarme y pedir ayuda”, sin desangrar tus bolsillos.

Nadie tiene derecho a juzgarte ni a criticar tu ritmo de crecimiento, mientras tú sientas seguridad y comodidad al avanzar todo estará bien, no existe ninguna ley que obligue a los emprendedores y dueños de negocio a dar un salto cuántico para que se reconozca su talento y valor que aportan a la sociedad.

También es válido y respetable que no inviertas en un negocio que no conoces y del que no entiendes, así como a cuidar tus ahorros sin que nadie te presione para utilizarlos en algo en lo que no crees y que no te gusta ni tenías planeado.

Tus metas, tus sueños, tus deseos son tuyos y de nadie más, no permitas que te impongan metas, sueños y deseos de otros que jamás habían pasado por tu mente y te desenfoquen de lo que realmente persigues.

Tus intereses son únicos, personales e intransferibles a un grupo u organización y solamente tienen que ser valiosos para ti, así que no renuncies ni te desenfoques de ellos.

No se trata de que aparentes éxito y felicidad, lo que realmente importa es que los vivas desde tu valiosa e inigualable individualidad, la cual hace que valgas oro.